Los últimos datos económicos muestran la interdependencia comercial entre México y EUA. México registró exportaciones récord en un primer trimestre, mientras que en EUA la caída del PIB se explica por un repunte en importaciones, anticipando la entrada en vigor de aranceles anunciados por Trump.
La incertidumbre sobre las fechas y tasas de los aranceles anunciados por EUA complica la planeación de los inversionistas y deteriora las expectativas de crecimiento regional. La industria automotriz —símbolo del éxito de la integración de Norteamérica— enfrenta disrupciones por los aranceles del 25 % a autos y autopartes. En el caso de los vehículos dentro del T-MEC, es posible deducir el contenido estadounidense, pero muchas autopartes cruzan la frontera hasta ocho veces antes de ensamblarse, lo que encarece la producción y tensiona las cadenas de valor.
La reciente excepción al arancel del 25 % para autopartes que cumplen con las reglas del T-MEC representa una oportunidad para reducir esta incertidumbre. México debe asegurar que, con las adaptaciones necesarias, el T-MEC siga siendo el marco que fortalezca la competitividad regional frente a otros bloques en el mundo.