El proyecto de ley que quiere aprobar el Gobierno francés admitiría que solo la muestra completa importaría, y no solo una prueba, para obtener un pasaporte Covid válido.
Más de 100.000 personas salieron este sábado a las calles en Francia para protestar contra las medidas de Emmanuel Macron para poner presión a los no vacunados, particularmente incitados por la afrenta del presidente francés contra las personas que no se quieren vacunar.
El pasado martes, en una entrevista del diario Le Parisien, Macron cargó contra los renuentes a la vacunación, a los que calificó de irresponsables y dijo que tenía intención de fastidiarlos.
Esos términos coloquiales han encendido el debate que había empezado en la Asamblea Nacional el lunes sobre el proyecto de ley del Gobierno que obligará a presentar un certificado de vacunación para muchos de los actos normales de la vida social en Francia, los que desde julio ya hay que presentar un certificado de salud.
Eso significa que no bastará con tener un resultado negativo reciente, sino que habrá que demostrar la vacunación completa; para tomar algo en un bar o en un restaurante, ir al cine, a un espectáculo o a un estadio o viajar en un transporte público de larga distancia, como un autobús, un tren, un avión o un barco.
El proyecto de ley, que fue aprobado en primera lectura el jueves en la Asamblea Nacional, inicia su trámite en el pleno del Senado a partir del próximo martes.
Las manifestaciones contra la vacunación se vienen organizando de forma sistemática todos los sábados en Francia desde que Macron anunció la imposición del certificado sanitario, aunque en los últimos tiempos la afluencia ha disminuido sensiblemente.