Si tienes menos vitamina D, tienes menos cerebro (y más viejo)
Es necesaria para el normal funcionamiento de multitud de procesos en el organismo, por ello la mayor parte de nuestras células tienen receptores que responden a sus niveles. La ciencia demuestra que la carencia de vitamina D se asocia a envejecimiento
Como ya contamos en este espacio, la vitamina D es la vitamina maravilla que cada vez se desvela como más importante para nuestra buena salud. De su papel clásico para la regulación del metabolismo del calcio conocido por el raquitismo a su protagonismo como modulador del sistema inmune. De hecho, se acaba de publicar un trabajo que demuestra cómo los suplementos de vitamina D fueron capaces de reducir en casi un tercio el riesgo de infección por covid-19, y la mortalidad en los 30 días tras la infección.
A largo plazo, la deficiencia de vitamina D también puede afectar a nuestra salud, con un mayor riesgo de enfermedad autoinmune, de mortalidad por cualquier causa y de envejecimiento acelerado.
Esencial para el sistema nervioso
La vitamina D no solo es esencial para los huesos, los músculos o para el sistema inmune. Nuestro sistema nervioso también depende de ella para un buen funcionamiento y es imprescindible para el desarrollo cerebral en las primeras etapas de la vida. Su carencia se asocia en la vida adulta con afecciones neurológicas y psiquiátricas como demencia, párkinson, alzhéimer, o del sistema nervioso como la esclerosis múltiple.
La vitamina D podría promover el proceso de generación de nuevas neuronas y mejorar la supervivencia de las ya existentes