En el marco del Día Internacional de la Mujer, miles de mujeres en los 31 estados de México salieron a las calles para protestar y exigir el cese de la violencia de género, los feminicidios y las desapariciones. La manifestación también buscó llamar la atención sobre la impunidad de los agresores y la necesidad de que las autoridades escuchen los reclamos tanto de las víctimas como de sus familiares.
En Zacatecas, la manifestación fue marcada por la represión policial. Integrantes de la policía estatal, liderados por el general Arturo Medina Mayoral, secretario de Seguridad Pública de Zacatecas, confrontaron a un contingente diverso que incluía estudiantes, empleadas gubernamentales, obreras y mujeres de la tercera edad. Al acercarse a las vallas metálicas frente al palacio de gobierno, algunas manifestantes arrojaron piedras y bolsas de pintura, lo que desencadenó una violenta respuesta por parte de los policías.
Se informó que al menos 30 jóvenes fueron detenidas, aunque más tarde se supo que la mayoría de ellas habrían sido liberadas. El secretario de Seguridad Pública justificó la represión y mencionó que tres mujeres policías resultaron gravemente heridas, siendo atendidas por paramédicos de la Cruz Roja en el lugar.
Además de las detenciones, las fotoperiodistas Flor Castañeda, Jesse Mireles y Nayeli de León fueron detenidas con violencia mientras documentaban las agresiones. Esta represión policial no fue exclusiva de Zacatecas, ya que en Puebla, las fuerzas estatales lanzaron gas lacrimógeno y chorros de agua a las participantes en la movilización. Una mujer identificada como Michelle Romero fue detenida y, hasta el momento de la última actualización, no se había informado de su liberación.
En el zócalo de la capital poblana, se encontraron dos manifestaciones, una del Frente Feminista Radical, Morras Sororas y Ajolotas Revolucionarias, y otra de alumnas de diversas universidades. Ambas lograron retirar parte de las vallas metálicas colocadas por el ayuntamiento, desencadenando una respuesta violenta por parte de los uniformados, quienes utilizaron chorros de agua y gases lacrimógenos.
La violencia y el enfrentamiento con las autoridades también se replicaron en otras partes del país. En Pachuca, Hidalgo, integrantes del colectivo Marea Verde y Bloque Negro vandalizaron el palacio de gobierno, lanzando estopas con gasolina con llamas en su interior. En Guanajuato, mujeres incendiaron por segundo año consecutivo la puerta de la presidencia municipal de León. En Colima, elementos de seguridad lanzaron gas lacrimógeno a las manifestantes que incendiaron las puertas del palacio de gobierno.
Este tipo de manifestaciones también se registraron en otros estados como Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Durango, Estado de México, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Nayarit, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Yucatán y Veracruz.
En resumen, la manifestación del Día Internacional de la Mujer en México estuvo marcada por la protesta contra la violencia de género y la impunidad, pero también por la represión policial en varios estados, lo que generó confrontaciones, detenciones y actos de vandalismo. La movilización reflejó la persistente lucha de las mujeres por sus derechos y seguridad en un contexto donde la violencia de género sigue siendo un problema grave.