La tecnología ha sido una gran aliada para la producción de mercancías, para el capitalismo y por supuesto para la satisfacción de necesidades de quienes formamos parte del sistema económico. Incluso el desarrollo del capitalismo tomó fuerza durante y después de la Revolución Industrial, logrando transformar no únicamente la forma en que se producían las mercancías, sino en cómo se transportaban y hasta en la manera de comercializarlas.
Al inicio de la Revolución Industrial no se hablaba del sistema económico del capitalismo sino de la economía política, haciendo referencia a la economía moderna, existieron muchos pensadores y analistas de este sistema, uno de ellos fue Thomas Malthus, británico quien logró ser parte de la Royal Society, famoso en la ciencia económica por su teoría de la renta económica y su principio de la población. Este último análisis dio origen a la teoría que conocemos como la “Teoría Malthusiana”, escrita en 1798, y en la cual aseguraba que el hambre acabaría con la humanidad, pues estábamos destinados a conflictos y a la hambruna gracias a que la población crecía mucho más rápido que el aumento en la capacidad de producir alimentos, para nuestra fortuna la tecnología, factor que Malthus no contempló, pues aún no existía, apareció y gracias a ella, a pesar de que existe, desafortunadamente la hambruna, mucha gente ha podido alimentarse.
Años después en 1867 Karl Marx, otro economista clásico, escribió un texto conocido como “El Capital, critica a la economía política”, en esta obra desmenuza de manera impresionante el sistema capitalista, llegando a varias conclusiones, en una de ellas afirma que de manera paulatina el trabajo humano sería reemplazado por máquinas, profecía que pareciera que está cumpliéndose.
Hoy en día el corporativo norteamericano Walmart, que tiene presencia en muchos países, y que definitivamente es un símbolo del capitalismo, durante el 2022 sus ingresos fueron de 611,280 millones de dólares, siendo la compañía con más ventas en todo el mundo, de hecho, sus ingresos fueron mayores al PIB de Noruega.
Pareciera que los directivos de Walmart, empresa fundada en Arkansas en el año de 1962, se han dado cuenta que no toda la tecnología está a favor del aumento de las utilidades de las empresas, pues toda empresa tiene el objetivo primordial de generar utilidades para sus propietarios, y se utiliza la tecnología para acrecentarlas, sin embargo, hace poco tiempo esta compañía y otras más como Cotsco han dado reversa al uso de la tecnología para el autocobro, con el argumento, bastante sólido, de que este tipo de tecnología generan frialdad, desconfianza y pérdida de tiempo para los clientes, quienes han manifestado en trato impersonal.
Este es un ejemplo claro en el cual la tecnología no contribuye en al desarrollo del sistema capitalista, que hay tecnología que no ayuda a la satisfacción de necesidades y que incluso llega a estorbar más que colaborar.
La tecnología es importante pero aún más importante satisfacer nuestras necesidades, y por lo menos el sistema de autocobro no satisface las necesidades de varias empresas gigantescas y de sus propietarios, por el simple hecho de que no satisface las necesidades de sus clientes.
Otras vez los economistas nos volvemos a equivocar, así como Malthus que pronosticaba la hambruna y por lo menos de manera temporal Marx con el desplazamiento de la fuerza de trabajo por la tecnología.