«Fue la democracia la gran victoriosa», que «superó» las «más violentas amenazas a la libertad del voto», apuntó en alusión a la campaña desatada por Jair Bolsonaro
El nuevo presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, celebró este domingo la «victoria de la democracia» que le permitió ganar las elecciones de octubre, a pesar de las «amenazas» de la ultraderecha, que aún no acepta su triunfo. «Si estamos aquí es gracias a la conciencia política de la sociedad brasileña», declaró Lula ante el Parlamento, en su primer discurso después de haber jurado como nuevo presidente de Brasil.
Fue la democracia la gran victoriosa», que «superó» las «más violentas amenazas a la libertad del voto», apuntó en alusión a la campaña contra el sistema de votación desatada por el ahora expresidente Jair Bolsonaro, a quien derrotó en las elecciones de octubre.
El mandatario rompió a llorar al hablar de las familias que se ven obligadas a rebuscar en la basura para encontrar comida y, desde el púlpito del palacio presidencial de Planalto, le pidió a la multitud congregada en la plaza de los Tres Poderes: «¡Ayúdenme!».
Lula aprovechó la ausencia de Bolsonaro para cargar de simbolismo el acto protocolario de la imposición de la banda presidencial, que ilustra el traspaso del poder. Recibió la banda de un grupo de ciudadanos, en su mayoría anónimos, que ejemplifican la diversidad de la sociedad brasileña.