Cuando leemos o escuchamos sobre el tema económico de la migración de nuestros connacionales a los Estados Unidos, pensamos en las remesas y como el dinero que ganan en aquella nación genera beneficios en la economía mexicana, sin embargo, es igual de interesante analizar lo que sucede del aquel lado de la frontera gracias al trabajo de los migrantes.
En la Unión Americana viven poco más de 45 millones de migrantes, entre legales e ilegales, representando casi el 14% de la población total, han logrado convertirse en una parte importante y fundamental para la economía norteamericana. Para dimensionar su importancia basta con decir que industrias como la de la construcción, la alimentaria y la de servicios se derrumbarían sin la participación de 11 millones de trabajadores migrantes que no cuentan con status legal de residencia.
Es cierto que sin la participación de los migrantes la economía norteamericana no sólo se derrumbaría de hecho, fuera catastrófico tanto para los ciudadanos de ese país, para su economía, incluso para la economía mundial. Pero es igual de cierto que es inevitable que los migrantes dejen de participar en la aún más grande economía del mundo.
Los ciudadanos y residentes legales de nuestro vecino del norte cargan con un costo por la migración, ya sea legal o ilegal, ya que a esas personas que arriban se les tiene que proporcionar salud, alimentación, vivienda y educación, servicios que son de alguna manera cubiertos con los impuestos. Por ello se tiene estimado que en los próximos 10 años el gobierno norteamericano realicé un gasto de 7 billones de dólares con los cuales se pueda proporcionar trabajadores a su economía y estos mismos logren incrementar el consumo, para así hacer crecer su economía, entrando a un círculovirtuoso.
Sólo los migrantes mexicanos contribuyen con 2.7 billones de dólares al año, según la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), por ello no es nada irracional que el gobierno norteamericano decida “gastar” 7 billones de dólares para los migrantes quienes multiplicaran esa cifra, logrando hacer crecer el consumo, la inversión, el empleo y el PIB.
En los Estados Unidos existe un exceso de demanda de trabajo, es decir hay más vacantes laborales que personas dispuestas a trabajar, los funcionarios del gobierno lo saben, los presidentes – candidatos lo saben por ello las “amenazas” electorales sobre la deportación masiva de migrantes ilegales, no son más promesas que no se pueden y no se van a cumplir.
La economía más grande, fuerte, enérgica no sólo hoy en día sino de la historia al final no es más que el resultado de la migración y eso es más certero que cualquier análisis económico.