El pacto de California podría acelerar la transición a camiones comerciales eléctricos en la década de 2030 para reducir las partículas y otros tipos de contaminación.
Algunos de los mayores fabricantes de camiones pesados y motores del país acordaron aceptar un plan de California para prohibir las ventas de nuevos camiones grandes diésel para 2036 en virtud de un acuerdo destinado en parte a frustrar posibles litigios y mantener un estándar nacional único para las reglas de contaminación de camiones.
El acuerdo evita una costosa batalla judicial con los principales actores de la industria y facilita la transición a camiones comerciales eléctricos limpios en California, el mercado más grande del país, y potencialmente en otros estados. El acuerdo cubre a los fabricantes, incluidos gigantes de la industria como Ford, General Motors, Daimler y Cummins, así como a la Asociación de Fabricantes de Camiones y Motores, un grupo industrial. Todos están de acuerdo en implementar el plan de California sin importar cómo le vaya en los tribunales.