El presidente izquierdista hace un balance de su gestión y afirma, de cara a su último año en el Gobierno, que las clases bajas que lo auparon al poder seguirán siendo la prioridad de su política
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha inaugurado simbólicamente el último año de su Gobierno. El mandatario de izquierda, que llegó al poder en 2018 como el más votado de la historia mexicana, ha hecho un balance de sus cinco años en el Gobierno, pero también ha deslizado una declaración de intenciones de lo que viene para el último tramo del camino, en el que hará un sprint final para cumplir sus compromisos de campaña. López Obrador, que ha postulado una filosofía bautizada por él mismo como “Humanismo mexicano”, ha adelantado que los 13 meses que le restan a su Administración serán guiados por la máxima de poner a los pobres en el centro. “Seguiremos con la misma estrategia: atendiendo a todos, respetando a todos, pero dándoles preferencia a los más pobres y a los más necesitados, porque se debe de internalizar bien lo que significa nuestro lema, el principio de que, ‘Por el bien de todos, primero los pobres’”, ha afirmado.