La energía eólica marina, también conocida como offshore en inglés, tiene muchas ventajas. La principal es que el viento en medio del mar alcanza mayores velocidades y es más constante que en tierra firme, así que en buena medida solventa el característico problema de la producción intermitente de las renovables. También evitaría las crecientes protestas del medio rural contra este tipo de parques. Sin embargo, los aerogeneradores tampoco son inocuos en el mar: los pescadores ya han reaccionado en contra del plan. Las perturbaciones de la vida marina podrían ser fatales para este sector, según los biólogos. ¿Hay alguna solución al conflicto? Ingenieros especializados están iniciando un proyecto que pretende dar la respuesta.
Las evidencias científicas (recogidas, por ejemplo, en un documento del Gobierno de Escocia) apuntan a varios riesgos para los animales marinos, como las colisiones, los cambios en el viento, las modificaciones en la distribución de nutrientes en el agua o los campos electromagnéticos. Sin embargo, la más importante parece ser la contaminación acústica.
En Viana do Castelo, al norte de Portugal, el sector pesquero asegura que los peces han desaparecido de la zona después de la instalación de un parque eólico marino flotante hace tres años.
“Puede que a nosotros no nos parezca tan importante, pero para muchos animales la acústica es básica a la hora de comunicarse, orientarse o reproducirse”, explica Esteban Ferrer, investigador de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) en declaraciones a El Confidencial. Los mamíferos marinos sufren especialmente ante sonidos extraños, por ejemplo, las ballenas, que llegan a quedarse varadas en la playa. En el caso de los parques eólicos marinos, se han documentado casos de cómo las focas han escapado de las zonas afectadas. El espectro auditivo varía entre distintas especies y, de hecho, es un asunto bien documentado por los biólogos. En cambio, “no está muy claro cómo se irradia el ruido desde las turbinas eólicas marinas o desde las que se van a poner bajo el agua para extraer energía de las mareas, ni cómo se podrían atenuar los efectos negativos”, destaca.