El intercambio comercial entre el bloque comunitario y Rusia se ha reducido drásticamente desde las primeras restricciones hasta las aprobadas ahora
El octavo paquete de sanciones europeas contra Rusia por su ofensiva bélica en Ucrania ha entrado este jueves en vigor con el objetivo declarado de agujerear, cada vez más, la ya mermada economía rusa. Una meta que, según asegura Bruselas, y a pesar de los desmentidos de Moscú, es significativa y cuantificable. La UE era el primer socio comercial de Rusia antes de la guerra. Pero desde los primeros paquetes de sanciones, anunciados nada más comenzar la invasión de Ucrania en febrero, hasta esta octava ronda, decidida y aprobada solo días después de la anexión ilegal de los territorios ocupados de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, casi el 60% de las exportaciones rusas a Europa se han visto afectadas, al igual que un tercio de sus importaciones de productos europeos, especialmente tecnología y material clave para la industria militar.