Decenas de miles de manifestantes han recorrido este miércoles algunas de las calles más emblemáticas de las principales ciudades de México por el Día de la Mujer. La marea violeta se ha disipado por todo el país, alcanzando los recorridos más importantes de las capitales.
En todos los trayectos el discurso fue el mismo: “¡Justicia!”, “¡vivas nos queremos!” o “¡amiga, hermana, si te pega no te ama!”.
Las manifestaciones del 8M preveía reunir a decenas de miles de personas en las calles de México.
La muestra de esta previsión se ha podido observar con el blindaje de algunas partes de la mayoría de las ciudades que tuvieron manifestaciones, una medida con la que las autoridades trataban de evitar los daños que pudiera causar la gran movilización violeta.
La manifestación se ha realizado en el medio de un panorama en el que la violencia contra la mujer parece estar normalizada en el país.
Entre 10 y 11 mujeres son asesinadas al día en México por el mero hecho de ser mujeres. Este dato es la punta del iceberg de una sociedad en la que persisten, después de décadas de activismo, la violencia hacia las mujeres en todos los ámbitos de la vida y el 95% de los casos quedan impunes.
Las preocupantes cifras no solo se quedan en la violencia física: el 45% de las mexicanas ha sufrido algún tipo de agresión o acoso sexual a lo largo de su vida, según una encuesta de Enkoll para el periódico EL PAÍS. A ello cabe sumarle la amplia brecha salarial y la desigualdad, un tema que persiste en el entorno laboral del país. Las trabajadoras mexicanas ganan entre un 13% y un 27% menos que los mexicanos por realizar las mismas tareas, de acuerdo a cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).