Bajo la fachada de “economía circular”, cámaras industriales empujan en el Congreso cambios a la ley que los libera de su responsabilidad como productores de plásticos contaminantes
Trabajo de Isabella Cota / El País / Foto: Seila Montes
En 2019, un puñado de las más grandes empresas y cámaras industriales en México se reunieron con un improbable objetivo: eliminar la contaminación por plásticos. Hartos de tener que cumplir con legislación distinta en cada estado, se acercaron con los senadores del partido en el poder, Morena, para escribir un “acuerdo nacional” que serviría como la base de dos modificaciones a la ley que actualmente esperan un voto en el Congreso. De pasar, sin embargo, México se convertiría en un paraíso para la industria, ya que ocurriría lo contrario y liberaría a las empresas de esta responsabilidad ambiental.
Activistas y diputados de oposición aseguran que la propuesta de Morena para modificar la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos así como el proyecto de decreto para emitir la Ley de Economía Circular implican un retroceso para el país, en un momento en que la tendencia en el resto del mundo es por impulsar la responsabilidad extendida del productor. En la Unión Europea, así como en Colombia y Argentina, entre otros países, la ley obliga a las empresas a que se hagan cargo de los productos que fabrican en cada fase de su vida. Es decir, los obliga a que recuperen sus productos una vez que el consumidor deja de usarlos, los reciclen y dispongan del resto del material de manera adecuada.
Estas dos iniciativas van de la mano y ya fueron aprobadas por el Senado en México. En corto: ponen la responsabilidad de la basura en los gobiernos municipales, imposibilitando la economía circular, la cual exige que se utilicen los residuos para evitar explotar más los recursos del planeta y reducir la contaminación. Las propuestas revierten el avance en contra de la contaminación por plástico que han hecho algunos estados, aseguran especialistas. Además, las empresas buscan incluir algunas excepciones a lo que se consideraría como plástico de un solo uso.
“Cuando se habla de plásticos, están queriendo hacer unas excepciones en plásticos de un solo uso”, dice Melissa Vargas, diputada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y secretaria de la Comisión de Medio Ambiente en la cámara, a donde llegará la propuesta el mes que viene. “Lo que argumentan las organizaciones ambientales es que tenemos que cambiar el producto desde su origen y no permitir algunos tipos de plástico, porque todos terminan siendo basura en los ríos y en los océanos, independientemente de si es de un solo uso o no”, sostiene Vargas.