La manzanilla es una hierba conocida por sus propiedades calmantes y digestivas. Aquí te detallamos algunos de los efectos que puede tener este hábito.
Las infusiones pueden aportar diferentes beneficios a nuestro organismo, siendo la manzanilla una de las más populares en los hogares de nuestro país. Perteneciente a la familia de la ambrosía, la margarita, la caléndula y el crisantemo, posee un perfume singular y un aroma a manzanas que hizo que en el Antiguo Egipto fuese usada para perfumar vinos, baños de inmersión y cuidados cosméticos, así como para embalsamar.
Asimismo, también se ha utilizado tradicionales con fines medicinales, al ser perfecta para curar dolencias y malestares digestivos. Entre los efectos más difundidos de la manzanilla se encuentran la capacidad para calmar la ansiedad y el estrés, así como para combatir el insomnio.
La infusión de manzanilla puede ser elaborada con flores secas, pero dada su popularidad podemos encontrar una infinidad de marcas que ya la venden en pequeños saquitos que están listos para su preparación.
En lo que respecta a su consumo, hay quienes se preguntan lo que sucede si se toma té de manzanilla después de cada consumo, a lo que los expertos responden que puede ser efectiva como digestivo. Si se analiza más profundamente, se asegura que convendría tomar el té de manzanilla por las noches, ya que induce al sueño.
Este hecho hace que, si se va a continuar con la actividad diaria, podría funcionar como un relajante muscular y no es conveniente en el caso de que se vaya a conducir o hacer uso de algún tipo de herramienta o maquinaria peligrosa. Además, hay que tener en cuenta que la somnolencia también puede tener un impacto negativo sobre la capacidad intelectual.