El calentamiento y la contaminación están pasando factura a la salud de nuestros ojos, que reaccionan con manifestaciones alérgicas como conjuntivitis y queraconjuntivitis. Los especialistas advierten de los riesgos de la automedicación
El enemigo está en el aire
Picor, enrojecimiento y escozor son los síntomas más comunes y frecuentes de estas alergias oculares, que habitualmente se asocian con rinitis alérgica y otras manifestaciones clínicas. Si estos síntomas persisten hay que acudir al médico; no se deben banalizar estas manifestaciones clínicas, deben ser evaluadas y tratadas por un oftalmólogo, quien, en las formas más graves, se deberá apoyar también en la confirmación diagnóstica y la orientación terapéutica de los alergólogos.
El aumento de casos de alergias oculares responde a una combinación de factores, entre los que se encuentran una mayor susceptibilidad inmunogénica, mayor exposición alergénica y mayor complejidad medioambiental.“Nuestros hábitos de vida actuales, la mayor contaminación ambiental y el predominio de un modo de vida en burbuja, que evita la exposición habitual a algunos alérgenos, están impulsando las alergias oculares, que son más frecuentes en el entorno urbano y que afectan principalmente a adultos en edad laboral, pero que tienen también una repercusión significativa en niños”, resalta Benítez del Castillo.