La Fundación Canal revisa en una exposición casi siete décadas del trabajo fotográfico en color del artista, cuyas imágenes devienen memoria de momentos inolvidables
Una exquisitez. Lartigue. El cazador de instantes felices. Fotografías a color, producida por la Fundación Canal es una exposición que recorre casi siete décadas del trabajo fotográfico en color de Jacques Henri Lartigue. Pintor y poeta, pero sobre todo un ojo entrenado para detectar la belleza, el encuadre perfecto, el instante adecuado. Padre de la fotografía de Henri Cartier-Bresson, sus imágenes devienen memoria de momentos inolvidables en los que uno quisiera permanecer para siempre.
En 1902 le regalan su primera cámara, pero no será hasta el descubrimiento del autocromo por los hermanos Lumière, en 1912, cuando el artista podrá experimentar con el color.
“¿Qué intento hacer? Pintar, no flores al sol, sino sol sobre flores… sobre flores, sobre árboles, sobre cualquier cosa y sobre todo”. Escribía Lartigue (Courbevoie, 1894 – Niza, 1986) en sus diarios el 15 de abril de 1954. Palabras de un pintor que fotografía o de un fotógrafo que pinta con la cámara y que experimenta el medio fotográfico desde los ocho años. Su fama vino de la mano del blanco y negro pero el color fue una obsesión que le acompañó toda su vida; incluso al final de su carrera decide refotografiar en color sus instantáneas monocromas más emblemáticas.