El Confidencial ha tenido acceso a una iniciativa europea para potenciar la defensa aérea europea como un «muro de drones» contra Rusia propuesto por seis países de la OTAN
Veiko Kommusaar se imagina que, desde arriba, se verían pequeños puntos de luz a lo largo de la frontera. Cada luz es un dron que puede monitorizar prácticamente cualquier movimiento y que permite a las autoridades analizar potenciales amenazas en tiempo real. Seguramente no habría cientos de vehículos no tripulados, pero los suficientes como para poder controlar todos los puntos de cruce entre Estonia y Rusia.
Desde que Kommusaar asumió el año pasado como director general adjunto de guardia fronteriza del país báltico, ha centrado sus esfuerzos en aumentar las capacidades defensivas ante una eventual escalada con Moscú que una gran parte de la sociedad estonia considera inevitable. El «muro» de drones que imagina el jefe de la guardia fronteriza fue el punto central de una reunión entre ministerios del Interior de los países bálticos, Polonia, Finlandia y Noruega, a la que acudió el propio Kommusaar para explicar la estrategia estonia.
«Hemos empezado ya a implementar el proyecto, aunque de manera muy inicial. Tenemos un plan específico en la cabeza y nuestra prioridad es aumentar la vigilancia y defensa con drones para contrarrestar las actividades de Rusia», afirma Kommusaar en entrevista con El Confidencial.
Desde el inicio de la guerra de Ucrania, los países fronterizos con Rusia han denunciado las provocaciones del Kremlin, como el tráfico de migrantes, las campañas de desinformación o la utilización de drones para el tráfico de estupefacientes. «Creemos que esto va a ir a más y lo hemos visto con otras acciones. como cuando los guardias fronterizos rusos retiraron las boyas marítimas de manera irregular. Por eso queremos estar preparados», subraya el funcionario policial.