El PAN se adelantó al PRI con vistas a nombrar candidato presidencial para las elecciones de 2024 como lo hizo en Estado de México (Edomex) para la gubernatura. En ambos casos, el partido azul pretende imponer su condición de segunda fuerza electoral del país para encabezar, con militantes suyos, la coalición Va por México en los dos procesos. Acción Nacional tiene, después de Morena, más senadores, diputados federales y gobernadores. En Edomex, los aspirantes mejor posicionados para suceder a Alfredo del Mazo son el panista Enrique Vargas, actual líder de la bancada en el Congreso local, y la priista Alejandra del Moral, secretaria de Desarrollo Social.
Acción Nacional recurrirá a las pasarelas para promover a sus mejores opciones para la presidencia. La primera será el 2 de octubre, en Querétaro, con la participación de los gobernadores Mauricio Vila (Yucatán), Maru Campos (Chihuahua) y Mauricio Kuri (Querétaro), además de los diputados Santiago Creel y Juan Carlos Romero, exmandatario de Guanajuato. Los otros aspirantes son Ricardo Anaya, Margarita Zavala y Lilly Téllez, quien debutó en política como senadora de Morena y desde hace dos años se incorporó al grupo parlamentario del PAN.
Miguel de la Madrid inventó las pasarelas para simular que la elección de su delfín (Carlos Salinas) sería democrática. Alfredo del Mazo (padre y homónimo del actual gobernador de Edomex), Manuel Bartlett, Miguel González, Sergio García y Ramón Aguirre, todos ellos miembros del gabinete, se prestaron a la farsa. El experimento devino en fracaso. Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz y otros líderes de izquierda renunciaron al PRI antes del nombramiento de Salinas, cuya imposición como presidente fue producto del fraude electoral de 1988, avalado después por el PAN. La semilla del «prianato» había sido sembrada.
En la nómina panista para la carrera presidencial del 24 no hay una figura con el liderazgo de Manuel J. Clouthier, la popularidad de Vicente Fox ni el carácter de Felipe Calderón. Ricardo Anaya y Margarita Zavala son los más conocidos, pero también quienes acumulan el mayor número de opiniones negativas. Santiago Creel era el favorito de Fox para la sucesión de 2006, pero no pudo con Calderón. Las gestiones panistas en la presidencia fueron un fiasco y propiciaron el retorno del PRI a Los Pinos. La de Peña Nieto resultó peor, y Andrés Manuel López Obrador arrolló con facilidad a los candidatos del PRI (José Antonio Meade) y del PAN (Ricardo Anaya).
Con respecto a los demás partidos, la aspirante del PRI mejor posicionada es su exlíder Beatriz Paredes. El alcalde regiomontano Luis Donaldo Colosio Riojas, de Movimiento Ciudadano, supera ampliamente a los gobernadores Samuel García (Nuevo León) y Enrique Alfaro (Jalisco). El PRD, que en 2006 estuvo a punto de ganar la presidencia con López Obrador, hoy es apéndice del prianato. No tiene gobernadores y su representación en las cámaras de Diputados y de Senadores es mínima.
La única posibilidad de las oposiciones para ser competitivas en las presidenciales de 2024 es la de participar juntas con un candidato persuasivo, el cual, de momento, no tienen y tampoco hay alguno a la vista. El PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano siguen aletargados, no han generado propuestas ni liderazgos confiables para la población. Menos el PRI, cuyo presidente, Alejandro Moreno, se ha vuelto tóxico para la alianza Va por México. Su permanencia en el cargo es un insulto no solo para la militancia partidista, sino para el país entero. El ganador en todo esto es Morena.