De las 61 empresas que participaron en una investigación, 56 de ellas continuarán con la semana laboral de cuatro días, sin reducir los salarios de sus empleados. Las empleadores celebraron mayores ganancias económicas.
Una amplia investigación en el Reino Unido concluyó que trabajar solamente cuatro días a la semana mejora notoriamente el sueño, reduce el estrés y aumenta los niveles de productividad de los trabajadores, según se detalla en un informe publicado este martes (21.02.2023) por investigadores de la Universidad de Cambridge.
El ensayo organizado por «4 Day’s a Week Campaign» (Campaña por los cuatro días a la semana), uno de los proyectos piloto más grandes del mundo sobre este tema y en el que participaron 2900 empleados de 61 empresas en el Reino Unido, ha tenido un impacto positivo en todo sentido.
Al finalizar la fase de prueba que se efectuó entre junio y diciembre del 2022, al menos 56 de las compañías -un 92 %- participantes anunció que continuará impulsando una semana laboral de cuatro días, mientras que 18 de estas aseguraron que la medida será permanente.
Otros aspectos positivos del estudio
Durante los seis meses en que las empresas redujeron un 20 % las horas de trabajo de sus empleados, sin reducir los salarios, las bajas por enfermedad cayeron en un 65 %, mientras que la salida de trabajadores hacia otras empresas disminuyó en un 57 %.
Asimismo, el 79 % de los empleados informó de una reducción de su «desgaste profesional» («burnout», en inglés), un 40% comunicó tener menos problemas para dormir o de insomnio, y un 39 % aseguró que disminuyeron sus niveles de estrés.
Beneficios para las empresas
Las compañías que participaron en el programa registraron durante ese periodo un incremento medio del 1,4 % en sus ingresos respecto al mismo periodo del año anterior, según reflejó el informe, liderado por el sociólogo de Cambridge Brendan Burchell.
«Antes de esta prueba, muchos dudaban de que fuéramos a ver un incremento de la productividad para compensar la reducción del tiempo de trabajo, pero eso es exactamente lo que hemos visto», afirmó Burchell.
«Muchos empleados estaban más que dispuestos a impulsar mejoras ellos mismos. Las reuniones largas con demasiadas personas se redujeron o bien se eliminaron por completo. Los trabajadores estaban mucho menos inclinados a dejar pasar el tiempo», indicó el sociólogo.