El sector sanitario pone el foco en la importancia cuidar el medioambiente y reducir sus emisiones, ante los riesgos que la contaminación y el cambio climático pueden provocar en la salud de la población
Se calcula que un 24% de la carga mundial de morbilidad y un 23% de la mortalidad son atribuibles a factores medioambientales y es que, según destaca la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud ambiental está relacionada con todos los factores físicos, químicos y biológicos externos de una persona.
En consecuencia, desde la OMS defienden que para abordar los determinantes medioambientales de la salud son necesarias «acciones urgentes» dentro del propio sector de la salud, en colaboración con otros, como por ejemplo el energético.
Como ejemplo de estas líneas de actuación tan necesarias, el grupo Quirónsalud ha implementado distintas actuaciones dado que, como explican, «la salud medioambiental está directamente relacionada con la de las personas y hay que ser conscientes de los riesgos que el cambio climático
A su juicio, se necesitan ecosistemas sanos para garantizar la salud y el bienestar de las personas. Por ejemplo, para este grupo hospitalario representa una prioridad la eficiencia energética y la minimización de los impactos ambientales derivados de este consumo, pese a que los hospitales son instalaciones que requieren de un gran consumo energético, las 24 horas del día, de los 365 días del año; y además, sin poder parar su actividad y requiriendo unas condiciones especiales de climatización y de renovación del aire, por motivos de seguridad y de confort de los pacientes.
«El sector de la salud genera el 4,4% de las emisiones que producen la huella de carbono a nivel mundial; tanto que, si fuera un país, sería el quinto productor de ésta en el mundo, lo que hace que se deba hacer un ejercicio de responsabilidad y ser los primeros en abogar y contribuir a mejorar el cambio climático y así proteger la salud de los pacientes.