Las réplicas de mármol de ambas obras de Miguel Ángel Buonarroti, poseen un tamaño idéntico a los originales
La Piedad y el David, del escultor italiano Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564), “dos obras emblemáticas del arte occidental”, se pueden admirar, de manera inédita bajo el mismo techo, en el vestíbulo del Museo Soumaya Plaza Carso en dos versiones contemporáneas hechas en mármol.
Es una gran oportunidad de ver de cerca estas obras que, como muy pocas, están esculpidas con el mismo material que utilizó Miguel Ángel, el mármol de Carrara de la Toscana italiana, sin grietas ni vetas”, comentó ayer Alfonso Miranda, director del recinto.
En la presentación y develación de las piezas, el historiador del arte detalló que las réplicas que se exhiben en el Soumaya poseen un tamaño idéntico a los originales, es decir, una escala de uno a uno (1:1), “lo que permite apreciarlas en toda su magnitud”.
Confeccionada entre 1498 y 1499 para la Santa Sede, en la Ciudad del Vaticano, La Piedad “logra expresar contención y paz en el rostro de la Virgen cuando, tras el Descendimiento de la Cruz, sostuvo el cuerpo de su hijo”.
La versión contemporánea, hecha entre 2006 y 2012, pesa 2 mil 600 kilogramos y, agregó la curadora Francesca Conti, “se realizó con el antiguo método del pantógrafo, que ya usaban los griegos y los romanos, que consiste en tomar puntos de referencia para poder replicar la obra de manera exacta”.
Por su parte, el David, esculpido por Miguel Ángel entre 1501 y 1504 en la Galería de la Academia de Florencia, representa, a partir de un cuidadoso estudio anatómico, al héroe bíblico que se enfrenta, lucha, contra Goliat, un poderoso león, y lo vence.
Está representado antes de la acción. Lo han recreado en el momento que toma la espada o con la cabeza de Goliat. Aquí vemos al hombre antes de observar a Goliat, que estaba a la izquierda. El único atributo que tiene es la honda, con la que agarra la piedra y se la clava en la frente. Quizá Miguel Ángel quiso destacar la importancia de la inteligencia ante la fuerza bruta y que no hay enemigo invencible”, añadió Conti.
La copia de el David, tallada entre 2018 y 2020, pesa 5 mil 572 kilogramos y mide 5.17 metros de altura. Miranda indicó que también se replicó la base de la escultura, en mármol y cuarcita roja, con lo que la altura total se eleva a 6.97 metros.
Las esculturas certificadas fueron realizadas con las autorizaciones que los Museos Vaticanos y el gobierno italiano otorgaron a la casa fundidora artística Ferdinando Marinelli; y se tallaron en Florencia por la Galería Pietro Bazzanti, bajo la dirección del escultor Roberto Domina.
Los investigadores resaltaron que se desconoce el número de réplicas certificadas que existen de ambas esculturas, porque esta práctica comenzó a desarrollarse en 1940 y nunca existió un control. “Lo que sí sabemos es que en mármol son muy escasas”.
Miranda aclaró que las obras ya estaban hechas cuando la Fundación Carlos Slim se interesó en ellas en el verano pasado. “Fue un proceso rápido. Les gustó que fuera un museo que garantiza el acceso gratuito al público”, agregó sobre las piezas, cuyo costo e inversión en el traslado prefirieron no detallar.
Así, tras un viaje de un mes desde Italia al puerto de Veracruz, y después por tierra a la CDMX, las réplicas de estas esculturas llegaron al país para quedarse.
El Soumaya anunció que realizará diversos talleres y actividades en torno a las dos obras, enfocados a los jóvenes, y que habrá un horario extendido para visitarlas, de las 10:00 a las 19:00 horas, los siete días de la semana.