En primer lugar, el gobierno tiene que difundir las grandes ventajas de las dosis de refuerzo bivalentes, aunque te hayas contagiado ya, aunque seas joven y goces de buena salud. “Resulta que muy poca gente sabe siquiera que ya están disponibles”, señalan los especialistas. Sin embargo, hay poco dinero para darlas a conocer. Peor aún, Hay gobiernos que mandaron el mensaje contrario hace poco al afirmar que “la pandemia ha terminado”.
Lo que podría habernos dicho es que, si todo el mundo se pone las nuevas dosis de refuerzo bivalentes, conseguiremos lo que todos queremos: una vuelta completa a la vida normal.
Si los legisladores están dispuestos a ser creativos y a abordar las necesidades de la población, podrían llevar a cabo una campaña de vacunación exitosa que llegue a muchas más personas. Podrían designar un día festivo a nivel nacional para la vacunación, con puntos de fácil acceso para que todos se pongan la primera vacuna o la dosis de refuerzo.
Podrían llevar las vacunas a los lugares de trabajo, sobre todo para los trabajadores esenciales. Podrían financiar departamentos de salud a nivel local para administrar dosis de refuerzo bivalente puerta por puerta, como hicieron con la primera ronda de vacunaciones.
En los anuncios podrían aparecer personas que hayan experimentado las consecuencias negativas de no haberse vacunado, en especial las que representan a grupos con tasas de vacunación bajas, como los agentes de policía o los profesionales de los cuidados de larga duración. Este es “el momento de revitalizarlo”, insisten los especialistas.
Todos estos pasos pueden ayudar a que las vacunas contra la COVID-19 lleguen a un grupo más amplio de personas. Sin embargo, también son medidas que pueden contribuir a muchos otros objetivos de la salud pública, tan rutinarios como la vacuna anual contra la influenza, la cual tampoco se puede calificar como un caso de éxito absoluto.
Covert es una periodista que se enfoca en la economía, en especial en las políticas que afectan a los trabajadores y las familias.