Bajo el lema «Nuestras tierras, nuestro futuro: somos la #GeneraciónRestauración», el Día Mundial del Medio Ambiente 2024 se centra en la restauración de las tierras y la regeneración de los ecosistemas
Los ecosistemas de todo el mundo están en regresión. Desde bosques y campos de cultivo hasta humedales y zonas esteparias, todos los espacios naturales de los que depende la existencia de la humanidad están llegando a un punto de no retorno. Por eso, la ONU dedica este Día Mundial del Medio Ambiente, 5 de junio, a actuar de manera urgente para restaurar las tierras, detener el deterioro de los ecosistemas naturales, hacer frente al avance de la sequía y la desertificación y preservar el agua.
Los expertos de la ONU aprovechan la celebración del día más importante de la agenda verde mundial para poner en valor los valiosos e irremplazables servicios que nos prestan los ecosistemas naturales del planeta, los llamados ‘servicios ecosistémicos’, sin los que nuestro modelo de desarrollo se vendría abajo. Y empiezan por la base de todo, el suelo: el tejido conductor que hace posible la vida en las tierras.
El suelo es algo más que la tierra bajo nuestros pies. Es el hábitat más biodiverso del planeta. Casi el 60% de todas las especies que lo pueblan viven en el suelo y el 95% de nuestros alimentos proceden de él. En el primer palmo de suelo habita la fauna edáfica, un variado entramado de pequeños invertebrados y microorganismos que dan forma al laboratorio de biogénesis más importante de la tierra, la base de la cadena trófica. De su buen funcionamiento dependen el resto de ecosistemas y la biodiversidad que albergan. Por todo ello, restaurar su equilibrio es la mejor forma de regenerar la naturaleza e impulsar la acción climática.