Mantener un rango óptimo de movimiento en las articulaciones previene dolores, caídas y promueve un envejecimiento saludable, según expertos.
Con el paso de los años, las articulaciones del cuerpo tienden a volverse más rígidas, dificultando actividades cotidianas como caminar o agacharse. Según Brad Manor, profesor asociado de la Facultad de Medicina de Harvard, la rigidez puede llevar a un comportamiento sedentario, lo que a su vez debilita aún más las articulaciones y fomenta un círculo vicioso.
Estudios recientes han vinculado la salud articular con una mayor longevidad, destacando que las personas con mejor movilidad en las extremidades inferiores tienen menor riesgo de sufrir caídas en la vejez. Expertos recomiendan evaluar periódicamente la movilidad articular para detectar problemas a tiempo y prevenir lesiones.
La movilidad, distinta de la flexibilidad, se refiere a la capacidad de una articulación para moverse en todo su rango. Leigh Hanke, profesora adjunta de la Universidad de Yale, sugiere realizar autoevaluaciones mensuales para identificar limitaciones en el movimiento. De sentir dolor o dificultad, se aconseja consultar a un especialista.