Aunque Tupy enfrenta hoy críticas por la contaminación en Saltillo, los problemas ambientales de la región se originaron mucho antes, bajo la operación de CIFUNSA-GIS.
La reciente atención sobre la contaminación en Saltillo ha puesto a Tupy en el centro del debate, pero es crucial recordar que el problema no comenzó con esta empresa. Desde hace varias décadas, CIFUNSA-GIS, la compañía original que operaba en el norponiente de Saltillo, ya había causado serios problemas de contaminación, afectando al medio ambiente y la salud de los residentes en colonias como Virreyes, De Los Maestros, Lassalle y la colonia Universidad entre otras.
Tupy tomó el control de una empresa obsoleta que ya venía arrastrando estos problemas ambientales, como parte de una operación estratégica que benefició principalmente a Grupo Industrial Saltillo (GIS), cuyo delicado estado financiero impulsó la venta. Sin embargo, la contaminación preexistente, agravada por prácticas como la liberación de humos tóxicos durante la noche, había sido tolerada durante años sin intervención significativa por parte de ninguno de los tres órdenes de gobierno.
Es importante señalar que, durante la gestión de GIS, las quejas vecinas y la cobertura mediática eran mínimas y no se generaban soluciones concretas. Hoy en día, la culpa recae en Tupy, pero la realidad es que la contaminación es un problema que viene de tiempo atrás, y ninguna administración gubernamental, antes o después del traspaso, ha accionado efectivamente para resolverlo.
La venta de los saltillenses a los brasileños incluyó a sus subsidiarias Cifunsa Diesel, S.A. de C.V. (“Diesel”), Technocast, S.A. de C.V. (“Technocast”), dedicadas a la manufactura y comercialización de blocks y cabezas en hierro gris para motores a gasolina y diesel para vehículos de pasajeros y comerciales, máquinas agrícolas y de construcción, motores estacionarios y otras aplicaciones, y dos subsidiarias que prestan servicios a las antes mencionadas.
Al poderoso GIS nadie le decía nada, sin duda este es uno de los atractivos de la región: autoridades permisivas y sindicatos de mentiras. Una buena receta para hacer buenos negocios.