En las zonas de Latinoamérica donde se llevan a cabo proyectos ejecutados por empresas chinas aumenta el tráfico de especies protegidas.
El jaguar es el felino más grande e icónico de Latinoamérica. Su población, gravemente afectada por la caza y la reducción de sus hábitats y presas, se distribuye desde la Patagonia hasta Norteamérica.
Las Américas se han comprometido en proyectos como la creación de corredores seguros a lo largo del continente para que este felino pueda moverse y para asegurar la diversidad genética que mantiene la salud de su población.
Sin embargo, su supervivencia está en riesgo, más aún, según el análisis publicado por un grupo de investigadores de las universidades de Oxford y de Sichuan, y de otros pertenecientes a organizaciones conservacionistas de Brasil. La presencia de proyectos y empresas chinas se ha convertido en una amenaza adicional para los grandes gatos latinoamericanos.
Los investigadores señalan que en aquellas zonas en las que se llevan a cabo proyectos de desarrollo ejecutados por empresas chinas aumenta el tráfico de partes de estos animales. También aumenta la caza de otras especies.
Este fenómeno ya se había evidenciado en Asia y África, y busca satisfacer la demanda de partes de animales para la medicina tradicional china.
«La demanda de alimentos y de artículos para la medicina tradicional china es una amenaza para el medioambiente y para la salud global»
Los mercados legales proporcionan la estructura para la cadena de tráfico ilícito que se alimenta de la pobreza y de los altos niveles de corrupción presentes en algunas zonas de la región. El tráfico ilegal de animales es el cuarto más grande del mundo tras el de drogas, armas y personas. Sin embargo, hasta ahora no ha habido una respuesta regional de los gobiernos latinoamericanos a este hecho.
Tampoco destacan por su dureza las respuestas a la pesca ilegal china en aguas latinoamericanas, aunque es una situación grave para varios países. La flota china es la más grande del mundo e incumple las normas ambientales, sanitarias y laborales.
Érika Rodríguez Pinzón es doctora en Relaciones Internacionales, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid y coordinadora de América Latina en la Fundación Alternativas.