El boicoteo internacional y el rechazo manifestado por figuras como el teatro Bolshói horadan la actividad artística del país.
El artista ruso Kirill Savchenkov anunció que renunciaba a representar a su país en la Bienal de Venecia, la gran cita del arte contemporáneo que se inaugura el 23 de abril. Lo hizo con este mensaje: “No hay nada más que decir, no hay lugar para el arte cuando los civiles están muriendo bajo el fuego de los misiles, cuando ciudadanos de Ucrania se están escondiendo en refugios, cuando manifestantes rusos están siendo silenciados. Como ruso, no voy a presentar mi trabajo en el pabellón de Rusia”.
Lo mismo hizo la creadora que iba a mostrar su trabajo en ese espacio, Alexandra Sujareva, así como el comisario artístico del pabellón, Raimundas Malasauskas, por lo que finalmente no habrá representación rusa en la exposición. “Esta guerra es política y emocionalmente insoportable”, explicó Sujareva en su escrito de renuncia. Por su parte, Malasauskas manifestó: “Nací y me formé en Lituania cuando estaba integrada en la Unión Soviética. He vivido la disolución de la Unión Soviética en 1989 y he sido testigo y he disfrutado del desarrollo de mi país desde entonces. La idea de volver a vivir bajo un imperio ruso o cualquier otro es simplemente intolerable”.
Muy relevante es también el manifiesto de rechazo a la guerra que han firmado esta semana figuras como los directores de los icónicos teatros Bolshói de Moscú y Alexandrinsky de San Petersburgo, Vladimir Urin y Valery Fokin, junto con otros importantes artistas como el violinista Vladímir Spivakov o el actor Oleg Basilashvili. El caso del responsable del Bolshói es significativo, pues en marzo de 2014 firmó otro manifiesto de apoyo a la política de Vladimir Putin en Ucrania y Crimea.