La extrema derecha francesa ha dado este domingo un paso decisivo en su largo camino para conquistar democráticamente el poder. La victoria del Reagrupamiento Nacional (RN) en la primera vuelta de las elecciones legislativas le coloca como el favorito para convertirse en la primera fuerza parlamentaria tras la segunda vuelta, el 7 de julio.
Pero no está claro si el partido de Marine Le Pen dispondrá de un número suficiente de diputados para designar a un primer ministro y formar un Gobierno. Las primeras proyecciones para la segunda vuelta lo sitúan a unas decenas de escaños del umbral de los 289 que marca la mayoría absoluta.