No es casualidad que las economías más desarrolladas, las economías donde se ofrecen las mejores condiciones de vida, sean aquellos que cuentan un servicio educativo de mayor cobertura, de mayor especialidad y de mayor calidad.
A pesar de que la relación no es equivalente en los rankings de desarrollo económico y nivel educativo, es evidente que existe una relación directa entre la calidad de vida de los habitantes de un país y la calidad de educación que se ofrece. Países como Noruega, Finlandia y Dinamarca han logrado el desarrollo económico basado en la educación, consiguiendo los niveles de vida más alto en la actualidad.
Mientras países cuya calidad del sistema educativa es mala, la calidad de vida de sus habitantes también es mala, como sucede, desafortunadamente, con países como Afganistán, Nigeria y Sudán.
La inversión, aunque los economistas se empecinan en considerar la educación pública como parte del gasto público, en educación debe de dar las oportunidades a los estudiantes de adquirir conocimientos, civismo, desarrollar habilidades y valores que le permitan el día de mañana poder acceder a un mercado laboral, cada vez más competitivo, de una manera fácil y rápida. La educación en México, en todos sus niveles, debe de perfilarse para generar lideres del mercado laboral, para generar tanto mano de obra como profesionistas de calidad que puedan competir en el mundo cada vez más globalizados, donde se compiten por las oportunidades contra profesionistas de todo el mundo.
No es casualidad que Elon Musk decidiera instalar la Gigafactory de Tesla en la región norte de México, pues además de contar con infraestructura, cadenas de proveeduría y la cercanía con los Estados Unidos, cuenta con una gran cantidad de instituciones de educación media y superior, cuyos gradados podrán ofrecer su trabajo, por supuesto obteniendo mejores ingresos.
Definitivamente existe una relación directa entre la educación, la calidad de la educación y la calidad o nivel de vida de los habitantes de una economía, las baterías del desarrollo económico de nuestro país deben de estar enfocadas en la preparación académica desde la infancia de los futuros ciudadanos, de manera paralela con la educación media y superior, en las cuales se requiere de tecnología, de docentes en continua preparación, de actividades extra académicas y de una administración eficiente que este centrada en los alumnos y su desarrollo.
Ninguna evolución social, ningún cambio en los proyectos sociales, ninguna modificación o “transformación” será resultado de la ignorancia. Y la única ventaja de que ésta se vea cada “mañana” será el recordatorio de cuánta falta hace la educación.
Bien lo dice el maestro Juan Campos, “La educación es un acto de Dignidad Social”.