Tres son las naciones donde Coca-Cola no tiene presencia oficial. Dos de ellas por ser países comunistas y la otra debido a las tensas relaciones diplomáticas que mantiene con Estados Unidos.
La razón hay que buscarla en que esta icónica bebida se asocia a la cultura capitalista marcada por Estados Unidos, al igual que les ocurre a otras marcas como McDonald’s o Nike.
Cuba, Corea del Norte y Rusia
El primero de ellos es Cuba, donde la compañía de Atlanta llevó a cabo una de sus primeras aventuras comerciales en el extranjero, allá por 1906. Sin embargo, tras la revolución que catapultó al poder a Fidel Castro en 1959, Coca-Cola decidió abandonar el país un año más tarde ante el riesgo de que nacionalizaran la empresa. Aun así, y gracias al aperturismo de los últimos años, es posible encontrar este refresco en hoteles, restaurantes y centros comerciales enfocados al turista.
La segunda de estas naciones que tiene prohibida la venta de esta bebida estadounidense es Corea del Norte. Aquí nunca ha operado la multinacional embotelladora, ya que, al igual que en Cuba (Tu Kola), producen su propia versión de refresco de cola. La razón es puramente ideológica y es que la dictadura norcoreana restringe el acceso de esta bebida de forma oficial.
Por último, y tras la invasión de Ucrania el año pasado, Coca-Cola decidió suspender la comercialización de su bebida estrella en Rusia. La alternativa pasa por recurrir a la Dobry Cola. Asimismo, hay que recordar que China expulsó a todas las compañías extranjeras, por parte del gobierno comunista, en 1949, aunque tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos en 1979, el país asiático permitió la vuelta de esa bebida emblemática.