En la búsqueda de ciudades inclusivas, es fundamental priorizar las necesidades de las personas sobre los medios de transporte y movilidad. Bajo esta filosofía, en lugar de seguir el enfoque tradicional centrado en el vehículo privado, se propone un diseño que coloque a las personas en el centro. Esto implica una reorganización del espacio público, promover calles compartidas que fomenten la convivencia y el disfrute del entorno urbano.
«La inclusión va más allá de adaptarse a ciertas condiciones; se trata de repensar la ciudad desde una perspectiva más humana e igualitaria», dijo Rivera.
Javier Rivera, docente del Máster en Paisajismo Urbano de la Escuela de Diseño Superior de Barcelona (EsDesign)