El Vaticano permite la bendición de parejas del mismo sexo, según un documento aprobado por el Papa Francisco. ¿Y los matrimonios homosexuales?
Poco antes de Navidad, cuando el trabajo en el aparato vaticano ya se está ralentizando, el Vaticano permite expresamente, con la aprobación del Papa, una bendición eclesiástica para las parejas del mismo sexo.Para los expertos, es una gran sorpresa. «¡Dios nunca rechaza a nadie que se dirige a él!», dice la declaración del Vaticano.
En lenguaje vaticano se habla oficialmente de «bendecir a las parejas en situación irregular y a las parejas del mismo sexo». Como «situaciones irregulares» se consideran, por ejemplo, las de parejas en las que al menos uno de los cónyuges estuvo casado antes por la Iglesia sin que este matrimonio fuera luego anulado, o en las que uno de los dos cónyuges fue antes sacerdote o miembro de una orden religiosa.
Directrices estrictas para diferenciar el matrimonio
Para evitar cualquier impresión de igualdad con el matrimonio entre un hombre y una mujer, que es un sacramento para la Iglesia, el Vaticano impone muchos requisitos: la bendición no debe tener lugar durante un servicio religioso, no debe parecerse a un matrimonio, y no debe estar asociada con la celebración de un matrimonio civil ni el registro de una unión civil.
En consecuencia, la valoración de la sorprendente declaración romana es variable en Alemania. Muchos critican las numerosas restricciones, otros la consideran una sensación. Entre ellos se encuentra, por ejemplo, el sacerdote de Múnich Wolfgang Rothe, de 56 años, con un doctorado en derecho canónico y otro en teología. Rothe ha estado involucrado en los últimos años en el movimiento «Out in Church», que pide que la Iglesia trate de manera diferente la homosexualidad de sus fieles y empleados.
Dadas las muchas restricciones y condiciones para posibles bendiciones, la sensación «no es tan grande», dice Rothe a DW. Pero «es la primera vez que el Vaticano corrige expresamente una decisión que él mismo tomó», celebra. «Cae la doctrina hasta ahora válida de no corregirse nunca, de no cambiar nunca una doctrina, de no reconocer nunca que se estaba equivocado. Se ha abierto una grieta en una pared».
El teólogo alude a que el Vaticano había descartado estrictamente bendecir las relaciones homosexuales en 2021. Eso fue hace solo dos años. Sin embargo, el movimiento «Out in Church” en Alemania y otros países no había cedido.