La apuesta de Bruselas por Chile y su litio es clara. Una visita europea a la región quiere subrayar que hay mucho interés en invertir en la extracción, pero de forma sustentable.
Para el año 2030, la Unión Europea necesitará 18 veces más litio que actualmente. En el marco de la transición verde y el combate al cambio climático, la apuesta es por la electromovilidad, cuya base es el litio. También el cobre.
En un momento en que Bruselas está acabando de bordar sus estrategias para asegurar el acceso a estas materias primas críticas y apuntalar su independencia de socios no confiables, la comisaria europea de competencia y encargada de la tecnología y la innovación, Margarethe Vestager, visitó esta semana el salar de Atacama, en la nórdica región chilena de Antofagasta.
Voluntad y necesidad de cambio
«La Unión Europea está llevando a cabo una transformación, que requiere grandes cantidades de materias primas. Chile, que dispone de las mayores reservas de litio, es un país estratégico», explica a DW Anna Cavazzini, presidenta del comité de Mercado Interior y Protección al Consumidor en la Eurocámara.
El momento es importante: «Esta semana, la Comisión Europea presenta su ley para las materias primas críticas», añade la eurodiputada alemana, del bloque de Los Verdes.
«Una de las cosas que hemos aprendido, a las malas, en estos años, son los riesgos de las dependencias totales. Eso lo queremos cambiar”, declaró a la prensa en Chile la comisaria Vestager. Hay que decir que, actualmente, las importaciones europeas de litio provienen en un 98 por ciento de China.
Australia, China y Chile son los tres países responsables del 90 por ciento de la producción mundial del preciado material. Los ojos de la UE están puestos en Chile, con quien acaba de concluir la modernización de un acuerdo que permitiría inversiones, intercambio de tecnología, y apoyo en la transición verde.