En noviembre de 2020, durante una reunión del consejo de la asociación Amigos del Desierto de Coahuila, A.C., se discutió la situación legal de Arteconciencia, una sociedad civil vinculada al Museo del Desierto (Mude). La sociedad estaba constituida con un 51% de acciones pertenecientes al Museo y un 49% distribuidas entre sus empleados. En este contexto, surgió una propuesta para vender las acciones de Arteconciencia con el objetivo de resolver contingencias legales.
Sin embargo, el proceso de venta desató una serie de irregularidades. Según el acta de la asamblea, se acordó traspasar las acciones a Pietra Taller de Arquitectura, S.A. de C.V., empresa al parecer propiedad de la esposa del director del Mude, Arturo González. Esta decisión fue tomada sin consultar a todos los socios activos, lo cual constituía una violación al artículo 27 de los estatutos de Amigos del Desierto de Coahuila, A.C., que exige unanimidad y la firma de todos los miembros para aprobar resoluciones de este tipo.
Cabe destacar que el valor total de las acciones ascendía a 50 mil pesos, monto aportado por la asociación Amigos del Desierto de Coahuila, A.C. Aunque esta cantidad fue cancelada de la contabilidad, no se registró el ingreso correspondiente, situación que plantea dudas sobre la legalidad del proceso de cancelación contable. Además, el registro de esta transacción ya no aparece en la contabilidad, lo que aumenta las sospechas sobre el manejo de los fondos.
Asimismo, algunos consejeros afirman no haber participado ni autorizado la transacción, lo que pone en duda la legitimidad del acuerdo. El director Arturo González y su equipo han sido señalados por utilizar Arteconciencia con fines personales, explotando comercialmente la sociedad sin que los ingresos beneficien al Museo. Estas acciones han generado un conflicto de interés evidente, ya que González ocupa un doble papel: titular del Mude y, al mismo tiempo, gestor indirecto de Arteconciencia a través de vínculos familiares.
El despacho contable Ortiz Leos, encargado de auditar las finanzas del museo, destacó en su informe de 2020 que no se cumplió con los procedimientos legales necesarios para la cesión de las acciones. Esto no solo compromete la integridad fiscal del Mude, sino que también podría derivar en la revocación de su estatus como donataria autorizada. A pesar de estas observaciones, el director y su equipo continúan administrando Arteconciencia, lo que genera
tensiones legales y fiscales que impactan negativamente en la imagen del Museo del Desierto.
Arturo González se presenta como director de Arteconciencia en su página web arteconciencia.com.mx e incluso tiene requerimientos del Servicio de Administración Tributaria (SAT) por no faltar a sus obligaciones fiscales, según se puede observar en la sección «Cumple con tus obligaciones» del portal oficial de la dependencia. La situación evidencia la falta de supervisión por parte de los consejeros de la asociación, quienes han permitido que González y su equipo tomen decisiones unilaterales que exceden sus facultades. Este manejo opaco ha puesto en entredicho la transparencia de la gestión y su compromiso con los intereses públicos