Morena encabeza la intención de voto para la gubernatura, pero la alianza PRI-PAN podría revertir la tendencia. Guadiana se decanta por Mejía
La estrategia de Manolo Jiménez, aspirante del PRI a la gubernatura mejor posicionado, consiste en no distraerse en fuegos artificiales. Montado en el programa «Mejora Coahuila», que ostenta la «M» de su nombre, el delfín de Miguel Riquelme nada a sus anchas, pero las aguas se empiezan a agitar. Ricardo Mejía, su competidor más fuerte, tiene claro su objetivo: poner fin al «moreirato». La réplica del subsecretario de Seguridad Pública Federal a un video amenazante «del cacique sindical Carlos Moreira» es indubitable: «Tenemos que salvar a Coahuila del imperio de corrupción que ha edificado la familia Moreira y sus cómplices del actual Gobierno. (…) Vamos hacia adelante, no habrá impunidad, cero corrupción y cero impunidad».
Mejía regresó a Coahuila el 11 de junio para encabezar asambleas informativas «en defensa de la 4T» en Ramos Arizpe y Parras de la Fuente. Su activismo se empieza a reflejar en las encuestas. La preferencia por el subsecretario de Seguridad Pública para representar a Morena en la sucesión del gobernador subió al 17.2% en mayo, cinco puntos porcentuales más con respecto a abril, de acuerdo con Massive Caller. El apoyo a Luis Fernando Salazar y Armando Guadiana se conserva estable (23% y 21%, respectivamente). Morena y el PRI se mantienen en empate técnico. El 39% de la muestra votaría por el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador y el 36.7% por el del gobernador Miguel Riquelme, dice el sondeo. El PAN captaría el 7.6% de los sufragios, lo que le daría ventaja al PRI si concretan una alianza.
Manolo Jiménez amplía su ventaja para ser el candidato del PRI. En mayo creció 10 puntos porcentuales para llegar al 56%. La intención por el alcalde de Saltillo, José María Fraustro, bajó al 9.3% y la del diputado Jericó Abramo al 6.7%. Consciente de esa situación, Abramo apremia al PRI a definir el método y el calendario de la consulta abierta, pues mientras más tarde la distancia entre él y Jiménez será mayor. El líder estatal del PRI, Rigo Fuentes, se comprometió a abrir el proceso para ganar tiempo, y así lo denuncia el presidente de la Comisión de Turismo de la Cámara baja.
Guillermo Anaya también creció en las preferencias. Para el 35% de los encuestados, el exsenador debería ser el candidato de Acción Nacional. Le siguen Marcelo Torres y Jorge Zermeño con el 16.5% y el 12%, respectivamente. La coalición con el PRI para las elecciones del 4 de junio de 2023 es mal vista por el sector duro del PAN y por los votantes de ese partido. «Es preferible perder antes que pactar con el partido de los Moreira, causantes de la quiebra financiera de Coahuila», dice un exalcalde de Torreón. En Morena la competencia por la candidatura se ha cerrado. La diferencia entre los tres primeros lugares es del dos y el cuatro por ciento. Empero, la participación del senador Armando Guadiana en la mayoría de los actos de Ricardo Mejía y su alejamiento del expanista Luis Fernando Salazar, vinculado al gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, envía una señal inobjetable. Mejía es un político avezado y el coahuilense más cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador. Salazar, en su momento, será neutralizado. En 2024 podría volver a ser candidato a alcaldía de Torreón. Si los laguneros forman tándem, Morena podría hacerse también con la capital lagunera. En caso contrario, se repetiría la historia de 2017, cuando un berrinche de Salazar contribuyó a la derrota de Guillermo Anaya. E4