Hace ocho años, JD Vance era un crítico feroz de Donald Trump, calificándolo públicamente de «idiota» y comparándolo en privado con Adolf Hitler. Sin embargo, el lunes, cuando Trump eligió a Vance como su compañero de fórmula para las próximas elecciones presidenciales, quedó claro cuánto había cambiado su postura. Vance, ahora senador por Ohio y autor de la exitosa autobiografía «Hillbilly Elegy», se ha convertido en uno de los defensores más acérrimos de Trump, una transformación que ha sorprendido tanto a demócratas como a algunos republicanos, quienes cuestionan si sus motivaciones son genuinas o simplemente oportunistas.
La evolución de Vance de ser un «nunca partidario de Trump» a un leal incondicional lo convierte en una figura atípica en el círculo íntimo del ex presidente. Sus creencias políticas, que combinan aislacionismo y populismo económico, coinciden estrechamente con las de Trump y los ponen en desacuerdo con la vieja guardia del Partido Republicano, dominada por halcones de la política exterior y defensores del libre mercado. Según el senador republicano John Barrasso de Wyoming, Vance cambió de opinión tras observar los logros de Trump como presidente. En particular, su oposición a la ayuda estadounidense a Ucrania ha ganado el favor de los aliados conservadores de Trump, aunque ha generado descontento entre algunos de sus colegas en el Senado.
El origen humilde de Vance en el sur de Ohio y su elección como compañero de fórmula pueden fortalecer la campaña de Trump en el Cinturón del Óxido, una región clave para las elecciones presidenciales. Aunque su alineación con Trump podría alienar a los votantes moderados, su papel podría ser decisivo en estados disputados como Pensilvania y Michigan. El comentarista conservador Tucker Carlson destacó que Vance comprende y respalda plenamente las propuestas de Trump, a diferencia de otros miembros del Partido Republicano en Washington, lo que refuerza su posición como un aliado leal en la campaña.