La activista Jennifer Kilabuk sabe bien cómo el derretimiento del permafrost agrieta edificios, rompe tuberías y daña su cultura en Canadá
Decir permafrost puede sonar a ciencia, a deshielo y calentamiento. Una noticia en televisión. Pero hay una comunidad donde permafrost equivale a decir suelo, porque sobre él se asientan los cimientos, las casas, las escuelas. Parar ese drama es la lucha de activistas inuit como Jennifer Kilabuk, de 32 años, llegada a Madrid desde las tierras esquimales de Iqaluit, Nunavut (Canadá) para recoger el premio que la Sociedad Geográfica Española ha concedido a Siila Watt Cloutier, destacada ambientalista canadiense que ha dado voz a esta comunidad y que no pudo viajar por cuestiones de salud.
Pregunta. Usted observa el cambio climático desde el patio de su casa. ¿Qué ve exactamente?
Respuesta. Veo cómo se descongelan el hielo, la nieve y el permafrost y cómo eso impacta en nuestras casas, infraestructuras, nuestra salud, alimentación. Las casas se están agrietando, los cimientos se rompen, las tuberías también. Y el moho se adueña de las paredes.
P. ¿Lo ha visto siempre o se ha acelerado?
R. Va aumentando, cada vez más personas necesitan más recursos para hacer frente a los efectos en sus casas. Porque no nos queremos ir, es nuestra comunidad, nuestro hogar. Hemos vivido ahí miles de años y queremos seguir miles de años más. Hasta los 18 años pensaba que era normal, no sabía que nuestros abuelos y padres habían visto un medio diferente, pero cuando te haces mayor empiezas a valorar lo que te cuentan los mayores y aprendes lo que ha cambiado. Las estaciones han cambiado. El derretimiento se ha acelerado. Tenemos más aguas abiertas. Esto impacta en nuestra comida, en el acceso a la tierra, nuestras actividades. La continuidad cultural no será la misma.
P. ¿Cómo cambia su alimentación?
R. Los animales que dependen de la nieve luchan por sobrevivir, pero la tierra se está volviendo seca, la hidrología cambia, se introducen nuevas bacterias y lo tienen más difícil. Los caribúes, por ejemplo, no pueden conseguir alimento, están muriendo. Y la gente depende de la caza, que además tiene un valor espiritual. Para nosotros es cuestión de identidad.
P. ¿Qué es el cambio climático para usted?
R. Es la continuación de la colonización. Primero se llevaron a los niños indígenas lejos de su tierra y ahora es la tierra la que se aleja de sus niños. Nuestro acceso a ella es más difícil. Los que tienen suerte y buenos equipos de caza y conocimiento tradicional pueden practicar la supervivencia. Porque es cuestión de supervivencia. Otros no.