El presidente López Obrador recurre una vez más a falacias, al engaño, para meter baza en el proceso electoral, intentando generar la percepción de que su gobierno recuperará cinco mil millones de pesos de lo decomisado por Estados Unidos al ex tesorero Javier Villarreal, y que esa cantidad será “para el pueblo de Coahuila”.
Y hasta cita como ejemplo que lo obtenido por la venta del avión presidencial se destinará a construir dos hospitales en Guerrero y Oaxaca, sugiriendo que se pudiera hacer algo similar en Coahuila, y en la obra colocar una placa diciendo que se hizo con el dinero recuperado.
La verdad es que no se ha recuperado un solo centavo, ni existe la posibilidad real de que se recuperen los cinco mil millones de pesos de los que habla.
Desde el 12 de abril en que el presidente llevó el tema por primera ocasión a “la mañanera”, el periodista Javier Garza Ramos, originario de Torreón, presentó en sus redes sociales un análisis puntual del tema, que con su autorización retomamos para dimensionar realmente de qué se está hablando.
Javier Garza, quien en twitter está como @jagarzaramos, se refiere a la carta enviada por el gobierno de Estados Unidos al de México, y señala que la Sección de Blanqueo de Capitales y Recuperación de Activos concedió la solicitud de condonación de decomiso por la suma máxima de 246,134,284.08 dólares, lo que equivaldría a aproximadamente 4 mil 813 millones de pesos, pero señala que el valor total de los bienes decomisados es insuficiente para indemnizar a México en su totalidad.
Esa cifra, explicó en su momento Garza Ramos, es equivalente a la cantidad que se obtuvo de créditos obtenidos de manera fraudulenta por Javier Villarreal. Y así quedó asentado en una carta enviada en 2017 por Alberto Elías Beltrán, encargado de despacho de lo que fue la PGR, al entonces procurador de Estados Unidos, Jeff Sessions.
El documento, emitido por el gobierno de México en la administración de Peña Nieto, cita dos créditos con Santander, uno por mil cien millones de pesos y otro por mil millones; y dos con Bancomer, uno por mil 650 millones de pesos y otro por 550 millones, que fueron reestructurados los cuatro en septiembre de 2010 para totalizar 4 mil 813 millones de pesos.
Por eso se fija en ese monto el reclamo de México, aunque el gobierno de nuestro país, en la administración Peña Nieto, también solicitó la devolución de los fondos que Estados Unidos confiscó en cuentas de ese país y Bermuda.
Javier Garza Ramos señala en el análisis que presentó en un hilo de twitter, “De hecho, un funcionario del Departamento de Justicia le dijo al periodista texano @jlbuch que si acaso el gobierno de EU regresaría unos 26 millones de dólares (unos 500 millones de pesos), poco más de 10% del total del fraude”.
Además de lo que ha documentado Garza Ramos, se ha publicado en otros medios que los bienes incautados a Javier Villarreal fueron rematados y el monto obtenido fueron aproximadamente 26 millones de dólares, y es lo que en todo caso se reintegraría a México.
Tenemos entonces que el presidente da por hecho algo que es incierto, infla el tema, eleva la expectativa y todo por darle respiración artificial a una campaña que no ha podido –y a estas alturas ni podrá— tomar vida.
No hay pues combate a la corrupción ni ánimo de hacer justicia, se trata realmente de marrullería electorera.