Por Eduardo J. De La Peña
Hace algunas décadas, allá en los ochenta, en una convivencia entre taurinos alguien preguntó al Doctor Carlos Cárdenas Valdés, el ya fallecido pero bien recordado “Rayito”, sobre un saltillense aspirante a torero que había anunciado que buscaría otra actividad, “oiga doctor y que opina de que fulano vaya a retirarse de los toros”, a lo que de inmediato replicó sagaz el increpado, “¿retirarse? ¿pues cuándo se ha acercado?”.
La anécdota viene “como anillo al dedo” ahora que se ha informado de la toma de protesta de alguien llamado Mónica Montero como Senadora de la República por Coahuila, ya que Eva Galaz dejó el Senado.¿Lo dejó? ¿alguna vez acudió?.
Pero la pregunta más importante es por qué Eva Galaz deja un cargo en el que sin esfuerzo alguno durante cuarenta y tres meses estuvo cobrando 105 mil pesos, mensuales, más prestaciones. Se embolsó más de cuatro millones y medio de pesos sin hacer aportación alguna para su región de origen, la Centro, ni para Coahuila, mucho menos para el país.
La señora Galaz no únicamente deja ese generoso sueldo, sino también la protección del fuero constitucional, un riesgo que no es menor para alguien que como ella tiene serios problemas con el fisco, que pasaron ya de las áreas de auditoría a las jurídicas, es decir donde ya estos asuntos no se resuelven con multas sino que se persiguen como delitos.
O hay realmente una causa de fuerza mayor para que Eva Galaz haya dejado el fuero, o siente que en la cuarta transformación nadie se va a atrever a tocarla por la amistad que unió a su padre, el ya fallecido empresario Don Gustavo Galaz, con Andrés Manuel López Obrador.
Desde que López Obrador era jefe de gobierno de la Ciudad de México, cuando aquél tema con el desafuero, contó con el respaldo de don Gustavo Galaz, quien aportaba para su movimiento en el país, y eso lo ha reconocido en diferentes foros y ocasiones el Presidente.
De hecho ese fue el único mérito para que Eva Galaz fuera considerada candidata al Senado y así obtuvo la beca que no necesitaba.
En cuanto a Mónica Montero, en 2020 fue candidata de Morena en un distrito con cabecera en Torreón, pero pese a llevar la marca del partido presidencial quedó en tercer lugar en la elección.
A Montero que obtuvo poco más de nueve mil votos le ganó, tres a uno, la priista Olivia Martínez Leyva, e incluso el panista Gerardo Aguado, quien hoy es secretario general de Acción Nacional en la entidad, obtuvo más votos que ella.
Después la incluyeron en la planilla de Morena para el Cabildo de Torreón, y desde el primero de enero cobraba como regidora, hasta que la semana pasada solicitó licencia para irse al Senado.
Este olímpico brinco político no pasó desapercibido para el alcalde Román Alberto Cepeda, quien al despedirla en la sesión de Cabildo le llamó a no olvidar que fue en Torreón donde recibió el impulso a su carrera, y tenerlo presente para ver por su tierra desde la Cámara de Senadores.
Veremos si es al menos más productiva que Galaz, o si se lo toma también como un periodo sabático.
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Y a propósito de Senadores, precisamente en la Comarca se insiste en que desde hace semanas no se ha sabido del legislador con licencia Gabriel García Hernández, el enviado presidencial para dar seguimiento al programa “Agua Saludable para La Laguna”.
Incluso se ha dicho que retornó a su curul, sin embargo en el sistema de información del Senado aparece aún con licencia.
¿No será más bien que García anda por ahí agazapado armando las estrategias de Morena para la elección en Durango?. Pronto lo sabremos.
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Este miércoles Mario Ricardo Hernández Saro rendirá el informe de su gestión al frente de la Asociación de Industriales de Ramos Arizpe y pasará la estafeta a Sergio Alain Aguilar Guerra.
Se va Hernández Saro con la frente en alto, y el reconocimiento de que supo llevar una buena gestión, marcada por un momento complejo que le tocó afrontar a la industria regional durante la contingencia sanitaria.
Mario Ricardo Hernández al frente de la Asociación cumplió con el rol que le correspondía como enlace con las autoridades, tanto para plantear las necesidades que surgieron en el sector en la contingencia, como para articular el apoyo del gremio empresarial hacia las instituciones de salud y la población en general.
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Iniciamos la columna de hoy con una anécdota de taurinos, y el cierre nos lleva de nuevo a esos terrenos, pues este martes en Nuevo León se declaró a la tauromaquia, al igual que las peleas de gallos, como patrimonio cultural.
¿Y Coahuila?, en campaña el gobernador Miguel Riquelme dijo que valoraría la posibilidad de derogar la prohibición de las corridas de toros, que por razones políticas se decretó el sexenio anterior. Ahora que han autorizado el casteo de gallos y las carreras de caballos, ¿no autorizarán al menos