La respuesta del Secretario de Gobierno de Nuevo León, Javier Navarro, ante la terrible experiencia que sufrieron ocho personas que fueron secuestradas en la carretera 57 y retenidas en un paraje desértico en los límites de Nuevo León con San Luis, bien podrían ir a un certamen internacional, ya sea en la categoría de insensibilidad o en la de estupidez política.
El funcionario neolonés dijo que se trató de “un caso aleatorio”, que no ocurre frecuentemente, y que además del compromiso de la Guardia Nacional por reforzar la vigilancia, ya se ha logrado “reducir incidentes”.
El fin de semana se dio a conocer en periódicos de Monterrey que durante el “puente” del Día del Trabajo, una pareja regiomontana fue secuestrada a unos kilómetros de Matehuala, y en su propia camioneta los llevaron a un rancho, en territorio de Nuevo León, donde por varias horas los tuvieron junto a otras seis personas tirados en el piso, pecho en tierra, y encañonados.
A todos los despojaron de sus vehículos, dinero, tarjetas, pertenencias, y los dejaron abandonados a su suerte. Tuvieron que caminar por tres horas hasta llegar a donde pudieron pedir auxilio.
¿Un caso aleatorio que no ocurre frecuentemente?, ahí les pasó a ocho personas, pero en el año les ha pasado a muchos más, y como sabemos en algunos casos incluso con víctimas mortales.
El llamado “Valle de los Perdidos”, desde Galeana hasta Doctor Arroyo y Cedral, lo hemos dicho, es tierra de nadie, y las autoridades de Nuevo León y San Luis Potosí sólo buscan cómo desmarcarse.
Saltillenses que han sido víctimas de los grupos delictivos que han tomado esa región cuentan historias de terror, que lamentablemente no terminaron al lograr huir, pues aseguran que el trato que recibieron de las autoridades de San Luis y Nuevo León fue prepotente, como si en lugar de víctimas fueran delincuentes.
Sin regateos lo admiten estas víctimas, no se sintieron a salvo hasta que les llegó el apoyo de la policía de Coahuila para acompañarlos en su retorno a la entidad.
Muy grave lo que está ocurriendo en materia de inseguridad en ese sector de la carretera 57. Ante ello no queda más que insistir en que Coahuila refuerce el blindaje y lo extienda también a las brechas del área rural.
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En un mismo fin de semana México perdió a dos íconos de la lucha por la democracia, en Saltillo a Don Lorenzo Burciaga Saucedo, y en San Luis Potosí a Doña Concepción Calvillo Alonso, viuda del Doctor Salvador Nava, junto a quien encabezó desde 1958 y hasta mediados de los noventa, importantes movilizaciones y medidas de resistencia civil.
Doña Concepción Calvillo y Don Lorenzo Burciaga fueron oposición, cuando enfrentarse al régimen se pagaba con la libertad o con la vida, y su lucha intransigente contribuyó a construir las instituciones que sustentaron la vida democrática del país, que hoy lamentablemente están en riesgo, y nos ponen ante una ruta de retroceso en la que imperan la intolerancia y el acoso ante quienes no son incondicionales del grupo en el poder.
Que el recuerdo de estos dos luchadores se mantenga presente para cobrar conciencia de lo que deberemos defender en las urnas el 4 de junio, y posteriormente en el 2024.
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Vaya balconeada que le dieron al líder sindical consentido de la 4T Pedro Haces, quien por cierto es socio en algunos negocios del senador con licencia Armando Guadiana. Se publicaron fotos suyas en barrera de primera fila en la plaza de toros de Sevilla, desde donde voló después a Miami para estar presente en el Gran Premio de la Fórmula 1, portando por cierto un reloj que dicen cuesta cinco millones de pesos.
Haces es socio de Guadiana en la empresa que organizó en septiembre del año anterior las corridas de toros en la feria de Zacatecas, y ambos están enfrentando un procedimiento por desacato, ya que se desoyó la orden de un juez federal que resolvió la suspensión de esas corridas.
Ahora la duda es si Pedro Haces se regresará a España para asistir a la Feria de San Isidro, en Madrid, que hoy inicia, o si se esperará para que Guadiana lo acompañe después del cierre de campaña y aliviar juntos por allá las penas.