El nuevo secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch, se ha mostrado en las calles de Culiacán junto al general Ricardo Trevilla, titular de la Defensa Nacional, y un grupo de militares, como parte del inicio de su estrategia de seguridad bajo el mandato de Claudia Sheinbaum. El desplazamiento de Harfuch, a tan solo una semana de haber iniciado la presidencia, envía un mensaje de que la seguridad será abordada de manera diferente. Sheinbaum, la primera presidenta de México, ha confiado en Harfuch para combatir el crimen organizado y pacificar el país, en una política que retoma algunos elementos de la administración de López Obrador, pero con mayor énfasis en inteligencia y coordinación interinstitucional.
Horas después de desglosar el plan de seguridad en la tradicional conferencia matutina, Harfuch y el Gabinete de Seguridad se trasladaron a Culiacán, donde supervisaron la implementación de medidas en el terreno. Este gesto marca un contraste con los secretarios anteriores, quienes no habían visitado zonas de conflicto en su primera semana. El despliegue busca mostrar una postura firme frente a la violencia y enviar un mensaje a las comunidades de que el nuevo Gobierno estará presente en el campo.
Sheinbaum delineó los cuatro ejes de la estrategia: atención a causas sociales, inteligencia, investigación y un enfoque de coordinación que incluye a la Guardia Nacional y a fuerzas locales. Además, se hizo hincapié en áreas de mayor conflicto, como Guanajuato y Guerrero, para contener la violencia que azota a estas regiones. El mismo gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, solicitó que Harfuch se trasladara a la entidad y se comprometió a colaborar con las fuerzas federales. Rocha aseguró que el Gobierno federal enviará más personal de fuerzas especiales para resguardar escuelas, negocios y eventos públicos, en un esfuerzo conjunto por restaurar la seguridad en el estado.
El secretario de Seguridad ha enfatizado la importancia de una responsabilidad compartida entre las instituciones y de una respuesta unificada para enfrentar a los grupos criminales. En tanto, la presidenta Sheinbaum ha respaldado la colaboración entre estados y ha ratificado su apoyo a gobernadores cuestionados por la inseguridad, como Evelyn Salgado en Guerrero. Este estado también ha sido escenario de violencia con la reciente decapitación del alcalde de Chilpancingo, lo cual subraya la urgencia de una respuesta firme por parte de la administración.
Libia Dennise García Muñoz Ledo, gobernadora de Guanajuato, también se reunió con Harfuch para delinear estrategias conjuntas de seguridad en Salamanca, foco de conflicto entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Santa Rosa de Lima. El despliegue de Harfuch representa solo el comienzo de una nueva estrategia de seguridad que tendrá como objetivo pacificar el país y reducir los niveles de violencia que afectan a millones de mexicanos.