Este año, Naciones Unidas reivindica el 8M bajo el lema ‘Invertir en las mujeres, acelerar el progreso’, una frase que recuerda «que para acabar con el patriarcado hay que poner dinero sobre la mesa», indicó el diplomático.
El secretario general de la ONU, António Guterres, aseveró en un comunicado que la persistente epidemia de violencia contra las mujeres “deshonra a la humanidad” e insistió en la necesidad de impulsar políticas enfocadas en este grupo.
“Las mujeres y las niñas han logrado grandes avances, derribando barreras, desmontando estereotipos e impulsando el progreso hacia un mundo más justo e igualitario. Sin embargo, se enfrentan a inmensos obstáculos“, aseguró en un mensaje con motivo del Día de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo.
Guterres señaló que a día de hoy miles de millones de mujeres y niñas sufren “marginación, injusticia y discriminación” e incidió en que la igualdad jurídica entre hombres y mujeres está a unos 300 años de distancia.
Según el secretario general, el mundo actual sigue reflejando “milenios de relaciones de poder dominadas por los hombres”, y además el progreso conseguido hasta ahora está siendo atacado, algo que se refleja en una “feroz” reacción contra los derechos de las mujeres.
Este año, Naciones Unidas reivindica el 8M bajo el lema ‘Invertir en las mujeres, acelerar el progreso’, una frase que recuerda “que para acabar con el patriarcado hay que poner dinero sobre la mesa”, indicó el diplomático.
El político portugués insistió en la necesidad de invertir en iniciativas para poner fin a esta violencia e impulsar la inclusión y el liderazgo de las mujeres en las economías, las tecnologías digitales, la consolidación de la paz y la acción por el clima.
En este sentido, el político indicó que para llevar a cabo políticas y programas que atiendan las necesidades de las mujeres y niñas es necesario financiar el desarrollo sostenible de los países.
De acuerdo a ONU-Mujeres, desde 2020, la pandemia de la covid-19, los conflictos geopolíticos, los desastres climáticos y las turbulencias económicas han empujado a 75 millones de personas más a la pobreza severa, y si se sigue esta tendencia, más de 342 millones de mujeres y niñas podrían vivir bajo el umbral de la pobreza en 2030.