Antes de la invasión de Ucrania, muchos expertos vaticinaban una rápida victoria rusa. Pero Moscú no ha podido hacer valer su superioridad militar ni en mar ni aire.
Cuando rusia comenzó a emplazar sus tropas a lo largo de la frontera ucraniana, hace cerca de un año, muchos expertos y políticos occidentales creían que, en caso de una invasión, Kiev caería en pocos días. Al parecer, eso era también lo que se pensaba en Rusia. Si bien las tropas rusas llegaron en los primeros días hasta las cercanías de la capital, el ejército ucraniano detuvo su avance y forzó su retirada. Las apreciaciones iniciales resultaron erradas. El presidente ruso, Vladimir Putin, no lo admite directamente, pero a comienzos de diciembre comenzó a preparar a su país para una larga guerra.