La bajada de la temperatura transformó a los Ferrari y arrebataron la pole a Verstappen. No se esperan milagros en carrera, aunque quizás Leclerc y Sainz cuenten con ventaja
Y,de repente, los Ferrari salieron de ninguna parte. Sainz entraba el Q3 casi silbando y por los pelos. Pero cuando el español y Charles Leclerc acabaron su primera tanda en el último bloque, habían saltado a lo alto para sorpresa incluso de los propios protagonistas. Primero Sainz y, a continuación, el monegasco, que marcaba un sorprendente 1.17.166 que no se había visto en todo el fin de semana. Sainz, a solo 67 milésimas.
Verstappen venía por detrás, mejorando los cronos en cada parcial. Pero en otro rasgo más de una sesión incomprensible, el neerlandés fallaba en el último sector y terminó a una décima de Leclerc. Ferrari había logrado la primera línea de parrilla del Gran Premio de México. «Qué gran sorpresa», decía a su equipo por la radio el monegasco. Ni en el muro de boxes se lo creían.