Ante la ausencia de las autoridades de tránsito y vialidad la ciudadanía se ve abusada por choferes trabajando dentro de la ley.
Algunos choferes que respaldaban a un líder sin argumentos, bloquearon a los carros estacionados en el Congreso. Es cierto que que existe la libre manifestación pero estos «trabajadores del volante» se pasaron de la raya, aprovechando que ninguna autoridad se acercó a restablecer el orden.
Por más de dos horas algunos ciudadanos quedaron atrapados entre los carros de estos choferes, contradiciendo sus propias peticiones de poner orden siendo ellos mismos los que lo rompían.