Se van los modelos Chevrolet Blazer y Chevrolet Equinox, que en estos momentos se ensamblan en las plantas de Ramos Arizpe y San Luis Potosí.
General Motors ha anunciado una reestructuración estratégica de su producción, trasladando la manufactura de dos modelos de México a Estados Unidos. Esta decisión, que subraya el compromiso de la automotriz con el fortalecimiento de la industria y el empleo en suelo estadounidense, se complementa con una significativa inversión de 4,000 millones de dólares en tres de sus plantas en EE. UU.
La CEO de GM, Mary Barra, enfatizó que este movimiento «demuestra el compromiso con la construcción de vehículos en EE. UU. y con el apoyo a empleos estadounidenses». Aunque no se especificaron los modelos que serán relocalizados, la medida es un claro indicio de la intención de GM de robustecer su huella de producción doméstica.
La inyección de capital en las plantas estadounidenses busca incrementar la capacidad productiva y modernizar las instalaciones, lo que a su vez generará nuevas oportunidades laborales y fortalecerá la cadena de suministro en el país. Esta reconfiguración productiva de GM es un paso significativo en la estrategia de la compañía para adaptarse a las dinámicas del mercado y las políticas comerciales actuales, priorizando la fabricación local.