La mítica banda neoyorquina actúa este fin de semana en Barcelona y Madrid por última vez dentro de su gira de despedida tras casi 50 años de carrera y 100 millones de discos vendidos
Band y brand. En inglés, una sola letra diferencia las palabras banda y marca. Al otro lado del teléfono, Gene Simmons, líder de KISS, juega con esta coincidencia, arrastrando lentamente ambas palabras, para decirnos que sí, que KISS siempre fue una empresa además de un grupo de música, que ha logrado vender en casi medio siglo de carrera 100 millones de discos en todo el mundo.
Una prueba de ello es el catálogo casi infinito de merchandising de la banda: figuritas y juguetes de todo tipo, cómics, videojuegos, papel higiénico, motos y hasta ataúdes. Cualquier cosa que a usted se le ocurra puede llevar estampado el logotipo de KISS. De hecho, Simmons ha abierto en Las Vegas KISS World, un museo donde muestra una ingente colección de estos objetos.
Hay mucha gente talentosa ahí fuera, pero el rock está muerto. Las viejas bandas son ricas: nosotros, los Stones… No necesitamos hacer música nueva. Pero las bandas nuevas no tienen canciones que se conozcan, son desconocidos. Si suben su música a Spotify solo van a ganar una centésima de céntimo por cada reproducción. Nunca tendrán la oportunidad que tuvimos nosotros.
En los treinta años que van de 1958 a 1988, tenías a los Beatles, a los Rolling Stones, a Hendrix, la música disco, Madonna, U2, David Bowie, Prince, la Motown, Metallica, Iron Maiden, AC/DC, nosotros… De 1988 hasta hoy han pasado más de treinta años. ¿Dónde están los nuevos Beatles?