La Asamblea Nacional da su visto bueno final a una ley que podría empezar a aplicarse a finales de la semana que viene
El Parlamento francés ha dado este domingo su visto bueno final a la ley que transforma el certificado covid hasta ahora vigente en un pasaporte de vacunación que solo permitirá el acceso a lugares públicos cerrados como bares, restaurantes, museos, cines o transportes interregionales a las personas que hayan completado su pauta de vacunas. Hasta ahora también se podía acceder a estos espacios con un test negativo, pero con esta nueva norma se exigirá la inmunización. La medida es un paso más en el objetivo declarado del presidente Emmanuel Macron, de hacerles la vida tan imposible a los no vacunados, unos cinco millones aún en toda Francia, que acaben por ponerse las dosis necesarias. Se espera que la nueva ley, que debería haber empezado a funcionar este sábado, entre en vigor a finales de la semana que viene, tras un previsible paso por el Consejo Constitucional para una última validación de sus condiciones, como ha avanzado la oposición.