Acusaciones de fraude electoral, robo de elecciones, narco elección son vertidas por los partidos punteros, pero quien queda en medio es el ciudadano.
A unos cuantos días de la elección de nuevo gobernador se prenden las luces rojas de posibles hechos de violencia en advertencia que hace Humberto Moreira, quien señala que conoce bien al esposo de la candidata y a la candidata y sabe de lo que son capaces, hasta convertir al estado de Hidalgo en un estado lleno de balaceras, de muertos, de ejecuciones extra judiciales y añadió “me permito hacerle una sugerencia a Julio Menchaca; cuiden la elección, esa gente es capaz de todo, son los reyes del fraude electoral en México y están en Hidalgo, son capaces de hacer cualquier cosa, de traer gente rara para intimidar. Ese día hay que pedir el apoyo de la Guardia Nacional para que cuiden la elección”.
Y para rematar “son capaces de comprar votos, de hacer promesas que no van a cumplir, de tratar de comprar representantes de casillas, representantes generales, de hacer un fraude electoral. No lo permitan”.
Desde luego hay que tomar estas advertencias en el contexto de un enfrentamiento familiar que puede explicar lo que dice Humberto Moreira como una forma de dañar a Viggiano y a Rubén Moreira, pero no dejan de ser preocupantes sus afirmaciones, sobre todo porque subraya que conoce bien al esposo de la candidata y a la candidata y sabe de lo que son capaces, pintando un escenario de violencia en que apunta la presencia de gente rara traída a Hidalgo para intimidar.
Esto que dice el exgobernador de Coahuila no es para echarlo al bote de la basura, descalificando al político coahuilenses por sus broncas familiares, porque si alguien sabe cómo se conducen los señalados es él y por lo mismo no es mala idea valorar lo que denuncia, porque aparte de las broncas familiares que se traen los Moreira, en mucho se involucra nuestro estado que en relación con Coahuila ni la debe ni la teme.
¿NARCO ELECCIÓN?
El PRI ha señalado en voz de Moreno que no van a permitir que la delincuencia organizada se apodere de las elecciones y sea una narco elección, a lo que se sumó en una entrevista Rubén Moreira que en conversación con Fernando del Collado afirmó que el mayor enemigo para la democracia del país es la delincuencia y le hizo un llamado al presidente AMLO para que el crimen organizado no intervenga en las elecciones estatales del próximo 5 de junio.
Es, sin duda, un tema muy delicado que se supone tiene bases para esta advertencia priista para prevenir, en el caso de Hidalgo, la presencia del crimen organizado en la elección incluso con un llamamiento al Presidente para que no lo permita.
Si solo es una carta que juegan por motivos políticos o por hacerse eco a lo que AMLO dijo de los delincuentes no sería muy responsable su denuncia, pero si tienen pruebas es su obligación darlas a conocer como medida preventiva a la autoridad a efecto de prevenir un escenario que nunca se ha dado en el estado.
Por lo pronto lo que están logrando es provocar temor y miedo en los ciudadanos y desaliento para ir a votar por lo que se pudiera presentar de violencia en las casillas.
EL PLAN B DEL PRI
El PRI quiere ganar Hidalgo, por todo lo que significa ganar este estado en renta política, con un esquema de acción en que hacen de la confrontación con AMLO un camino que sienten los puede llevar a la victoria y con una campaña bien arropada, sobre todo, en las redes sociales.
Pero si se presenta el caso, que se puede dar, de que pierdan, tienen listo el plan B que se puede sintetizar en estos puntos que ellos mismos han manifestado: DESCONOCER EL RESULTADO Y LA ELECCIÓN por la forma en que se dio el proceso. DENUNCIAR la intromisión del Presidente y funcionarios federales en la campaña. Dejar claro QUE LES ROBARON LA ELECCIÓN por todas las irregularidades que dirán hubo en todo el proceso. Subrayar la PRESENCIA DE LA DELINCUENCIA ORGANIZADA y, finalmente, buscar por todos los medios ANULAR LA ELECCIÓN.
Es lo que se puede entender de lo que han dicho una y otra vez.
Se ve muy enredado el 5 de junio, porque MORENA dice que va adelante en las preferencias electorales y lo mismo dice el PRI, y solo una victoria aplastante que no deje dudas sobre el resultado podría atemperar las reacciones de quien resulte sin la victoria.
Los signos dicen que puede haber violencia en la elección provocada sobre todo por quien se sienta en desventaja y que, por lo mismo, recurra a prácticas que permitan exigir decisiones que lleguen hasta la anulación de la elección.
De muchas maneras se ha puesto en el tapete de la opinión la posibilidad de actos violentos y la necesidad de vigilar todo el proceso para seguridad de los votantes.
Se supone que la autoridad tiene ya un esquema para la seguridad el 5 de junio, lo cual sería actuar con responsabilidad.
Sería el colmo que no se actuara en razón de este ambiente que ya se vive de confrontación y encono.
Tapar el pozo después del niño ahogado hablaría de una gran irresponsabilidad.