La tecnología, las comunicaciones, en si la globalización ha provocado muchos cambios en los ámbitos sociales, políticos, culturales, por supuesto en la economía y hasta en el deporte. Hace años, pocos en realidad, hubiera sido imposible pensar en participar en el desarrollo de una empresa, en el desarrollo de un producto nuevo, en el financiamiento de algún bien material como por ejemplo una vivienda, o bien financiar a terceras personas para saldar sus deudas. Sin embargo, desde hace poco tiempo esto es posible y legal, con inversiones, tal vez muy pequeñas, es posible y legar financiar a empresas o personas con un proyecto, por medio del crowdfunding, el cual se puede explicar como un financiamiento colectivo.
Por medio de plataformas digitales los interesados en obtener algún financiamiento lo solicitan, por supuesto cumpliendo requisitos y otras personas, cuales si fueran un banco o una institución financiera realizan prestamos al interesados, en una acción en donde todos ganan, quien solicita el crédito, lo obtiene a una tasa menor que las ofrecidas por los bancos y los prestamistas obtienen un interés, pago, mayor que el ofrecido por tener una cuenta de inversión bancaria.
Por medio de este financiamiento colectivo, las personas o empresas pueden obtener préstamos o crédito de una manera más rápida y sencilla, mientras se pueden realizar inversiones pequeñas, casi casi irrisibles.
Este “fenómeno” ha alcanzado magnitudes inimaginables, el Banco Mundial tenía calculado que en el 2020 este tipo de inversiones en el mundo era de un total de 90 mil millones de dólares y el cálculo para el 2025 es que se llegará a 150 billones de dólares.
Todo un cambio estamos viviendo en las finanzas, con el desarrollo del FinTech el cual utiliza la informática y la tecnología para revolucionar los sistemas financieros, el crowdfunding es un ejemplo de ellos.